Muchas familias de los barrios de El Carmen han optado por los huertos familiares en los que pueden cultivar algunos productos de la canasta básica. La colaboración entre vecinos, amigos y familias afianza y fortalece el trabajo que ejecutan los técnicos de la Dirección de Higiene y Salubridad de la municipalidad de El Carmen, liderada por nuestro ciudadano Alcalde, Rodrigo Mena Ramos, mediante la campaña “Con mi barrio limpio cambiamos El Carmen”, una campaña que tiene como objetivo fomentar un espíritu de unión y de sostenibilidad ante el buen manejo de los recursos naturales.
“La implementación de los huertos familiares es una buena alternativa sobre todo para aquellas familias donde no cuentan con recursos suficientes para solventar los gastos de la canasta básica. Si las personas nos pusiéramos a rescatar las costumbres de nuestros antepasados y emplear los métodos naturales en la fertilización de los cultivos, haríamos una buena inversión en nuestra tierra al no contaminarla más con fertilizantes que agotan su fertilidad; y ese es el objetivo de este proyecto, que las familias rescaten esas costumbre y cultiven su propio alimento de forma natural; ya que le brindamos asesoramiento de técnicos y la entrega de abonos orgánicos para tener un producto sano”, manifestó, nuestro ciudadano alcalde Rodrigo Mena Ramos.
Son dieciocho barrios de El Carmen y varias las familias que ya cuentan con un huerto familiar. Las cosechas de pepino, tomate, pimiento y hierbita; ya se han realizado, mientras que otras plantas recién empiezan a dar sus frutos pero que en el transcurso de los días les servirá para alimentar a sus familias.
“Es muy bueno tener este tipo de cultivos, porque a veces no tenemos dinero para comprar comida y esto nos ayuda en algo”, comentó, Blanca Murillo, mientras recolectaba sus pimientos, tomate y pepino en el barrio Sumita Pita.
Con la creación de estos huertos familiares se generan vegetales orgánicos, es comida limpia, sin uso de ningún tipo de químico, no contamina el ambiente y tenemos menos gasto por los costos que representa adquirirlos en el mercado, comentó, Maribel Mero del barrio San Francisco 2.
Al final de la tarde de cultivo, las vecinas se reparten los productos en partes iguales y llevan a sus hogares con alegría ya que tienen como alimentar sanamente a sus familias.